¿Qué es la Hidrocefalia?


La hidrocefalia es la acumulación de una cantidad excesiva de líquido cefalorraquídeo (LCR) en el cerebro.

Este líquido, que produce continuamente el cerebro, sirve para protegerlo y amortiguarlo. Circula por los ventrículos y luego sale bañando el cerebro y la médula espinal, para ser finalmente reabsorbido otra vez en el flujo sanguíneo. Cuando existe un bloqueo del flujo o drenaje del líquido cefalorraquídeo, no puede ser reabsorbido y comienza a acumularse, provocando un agrandamiento de los ventrículos y una mayor presión dentro de la cabeza.

La hidrocefalia además, provoca un cambio en la composición de este líquido cefalorraquídeo, lo que evita la división celular normal y daña el desarrollo del cerebro.

  • Los síntomas
  • ¿Por qué se produce?
  • ¿Cómo se detecta?
  • Tratamiento

¿Cuáles son sus síntomas?


  • En los bebés menores de un año, algunas señales de hidrocefalia pueden ser un rápido aumento del tamaño de la cabeza, o las fontanelas abultadas, debido a que los huesos del cráneo no se han terminado de cerrar. También pueden aparecer otros síntomas como cansancio excesivo, vómitos, irritabilidad, apneas (periodos en los que el bebé deja de respirar), falta de apetito, llanto débil o ronco y falta de apetito.
  • En personas adultas no se incrementa el tamaño de la cabeza, porque los huesos del cráneo ya se han cerrado completamente.

La hidrocefalia puede causar daños permanentes en el cerebro y provocar problemas con el desarrollo físico y mental. Los síntomas generales que más suele ocasionar son:

  • Dolor intenso de cabeza
  • Convulsiones
  • Vómitos y náuseas
  • Cansancio constante
  • Visión borrosa
  • Problemas de equilibrio y coordinación motora
  • Problemas para controlar la vejiga
  • Problemas con el pensamiento y la memoria

¿Por qué se produce?


La hidrocefalia se da en la mayoría de los casos de Espina Bífida, pero además se puede aparecer por otras causas:

Espina Bífida

Más del 80% de los bebés que nacen con el tipo de espina bífida Mielomeningocele (el más grave), tienen hidrocefalia. Además de la lesión en la médula espinal, se producen anomalías en la estructura de algunas partes del cerebro, que impiden un adecuado drenaje del líquido cefalorraquídeo. 

Nacimientos prematuros

Los bebés que nacen antes de los nueve meses son más vulnerables a tener hidrocefalia, porque todavía se están desarrollando. Sus vasos sanguíneos son muy frágiles y pueden romperse fácilmente si sufren una variación en la presión sanguínea o enferman por otros motivos. La zona debajo de los ventrículos del cerebro contiene gran cantidad de sangre, lo que genera un riesgo importante de hemorragia y puede desarrollar un coágulo, que a su vez produce hidrocefalia.

Hidrocefalia congénita

El bebé nace con ella, aunque esto no significa que sea hereditaria. La hidrocefalia se desarrolla sobre todo en el periodo neonatal y, rara vez, en la adolescencia.

Meningitis

La hidrocefalia ocurre cuando se presenta una infección en las membranas que cubren el cerebro, y esto provoca una inflamación que bloqueará las vías de drenaje. La meningitis puede ocurrir a cualquier edad, aunque es más común en la infancia. Hoy en día los casos de meningitis meningocócica se han reducido considerablemente, gracias a la vacuna HIB.

Hemorragias cerebrales

Un ataque al corazón también puede ocasionar una hidrocefalia de tipo post-hemorragia.

Tumores

Los tumores en el cerebro comprimen e inflaman los tejidos que los rodean, provocando un drenaje inadecuado del líquido cefalorraquídeo, produciendo hidrocefalia, que presentarse sólo de manera temporal.

¿Cómo se detecta? Diagnóstico


La hidrocefalia se puede detectar de mediante una evaluación neurológica clínica y mediante el uso de técnicas de imagen.

El médico seleccionará la herramienta de diagnóstico apropiada, tomando como base la edad, la situación clínica del paciente, y la presencia de otras anormalidades conocidas o sospechadas del cerebro o la médula espinal. 

Evaluación neurológica

El examen neurológico puede mostrar una pérdida de funciones localizadas y los reflejos pueden ser anormales para la edad del menor.

  • El golpe suave con las puntas de los dedos (percusión) en el cráneo del bebé puede evidenciar ruidos anormales asociados con el adelgazamiento y separación de los huesos del cráneo. Las venas del cuero cabelludo pueden verse dilatadas.
  • Se puede presentar aumento de la circunferencia cefálica o puede haber aumento de tamaño de sólo una parte de la cabeza, más comúnmente la parte frontal. Las mediciones periódicas de la circunferencia de la cabeza pueden mostrar crecimiento progresivo por encima del percentil adecuado a la edad y el sexo del bebé.
  • Los ojos se pueden encontrar deprimidos con un signo de «puesta de sol», mirando hacia abajo, en el cual la esclerótica (parte blanca del ojo) es visible por encima del iris (parte coloreada de los ojos).

Técnicas de imagen

  • La transiluminación de la cabeza (aplicación de una fuente de luz directamente a la cabeza) puede mostrar la acumulación anormal de líquido en varias áreas de la cabeza.
  • Una tomografía computarizada (TC) de cráneo es el mejor examen para determinar si existe hidrocefalia.
  • La radiografía de cráneo muestra el adelgazamiento y/o separación de los huesos del cráneo y el aumento de su tamaño.
  • Una gammagrafía cerebral con radioisótopos puede mostrar anomalías de las rutas del líquido cefalorraquídeo.
  • Una arteriografía de los vasos sanguíneos del cerebro: puede revelar las causas vasculares de la hidrocefalia.
  • Una ecoencefalografía, un tipo de ultrasonido del cerebro, puede evidenciar la dilatación de los ventrículos causada por hidrocefalia o por sangrado intraventricular.
  • Una cisternografía nuclear, también puede mostrar la existencia de hidrocefalia a través de una alteración en sus resultados.

*** No hay ningún modo conocido de prevenir o curar la hidrocefalia. La mejor prevención de la hidrocefalia asociada a la espina bífida es prevenir la propia lesión en la médula mediante la ingesta de ácido fólico antes de la gestación.

Tratamiento


HIDROCEFALIAEl tratamiento más adecuado de la hidrocefalia requiere una evaluación individualizada de cada persona.

El objetivo del tratamiento es evitar el aumento de líquido en los ventrículos del cerebro y controlar la presión de este líquido para que no se lesione el tejido cerebral y, por tanto, no se produzca deterioro cognitivo.

Por ello, el tratamiento habitual es la derivación ventricular. Consiste en introducir un catéter proximal en uno de los ventrículos del cerebro, una válvula, y un catéter distal subcutáneo que lleva el líquido cefalorraquídeo (LCR) desde la válvula por el cuello, el tórax y el abdomen hasta el peritoneo, aunque también puede desviarse hacia una vena o hacia la vesícula. Tiene por objetivo desviar el exceso de LCR hacia una parte del cuerpo donde pueda ser absorbido nuevamente por el flujo sanguíneo. La válvula regula la dirección y la cantidad de LCR drenado.

Algunas formas de hidrocefalia no requieren un tratamiento especial o como se consideran temporales, no requieren tratamientos definitivos. Otras pueden requerir incluso cirugía, pues los medicamentos no suelen ser muy eficaces y tienen numerosos efectos secundarios. 

Recientemente se está aplicando la técnica de ventriculostomía endoscópica, para tratar la hidrocefalia sin necesidad de insertar la válvula en el 66% de los casos. El éxito depende de la causa de la hidrocefalia y puede variar entre un 25 y 100%. Ésta crea una desviación natural en el cerebro, permitiendo que el exceso de líquido salga. Es una técnica que no presenta las complicaciones de la inserción de la válvula, con una baja tasa de infección.

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